No veo nada más allá de mi menguante existencia.
Mi existencia se difumina, el mundo me absorbe.
Ante el espejo, oscuridad; mi mundo se silencia.
Nunca he encajado en esta realidad, jamás.
Vivo por vivir, con el dolor de andar torcido;
como un clavo mal clavado, como un cura
sin creencia, como un hombre inhibido.
Crezco empeorando. Cada vez más humano,
cada vez más estúpido. Anhelo ser pequeño,
entonces sabía que esta no era mi vida, te anhelo, pasado.
Anhelo cuando me acostaba y esperaba no despertar.
Ahora, demasiado tonto como para no querer,
demasiado ético como para omitir mi alrededor,
demasiado enzarzado en esta realidad ajena.
Demasiado débil como para luchar por ella.
Viviré por el verde de los prados y el marrón de las montañas.
Viviré por el azul de ríos y cielos. Y por la eterna belleza.
Viviré porque siempre quedará viento que sentir en mi piel.
Viviré por la realidad que me aprecia y no puedo omitir.
A la vez, moriré porque no me pertenece vivir aquí.
Porque no puedo actuar como el mundo exige.
Porque me odio a mi mismo y no me puedo cambiar.
Moriré porque esta nunca ha sido ni será mi realidad.
Amigo, actuar como el mundo exige no es la única forma de actuar. Solo haze falta un pequeño esfuerzo.
ResponderEliminarSaludos.