Bajo el cielo las nubes grises pronosticaban un momento difícil. Era nubes densas y duras, sin piedad, con fuerza arrojaban sus lágrimas. Quizás las nubes no eran lo que decían en colegio, quizás no estaban compuestas de agua, partículas y gases, sino que eran almas que subían y se quedaban ahí, viendo el mundo en el que han vivido y en el que nunca más disfrutarán. Pero eso eran muchas suposiciones para hacerse entre metralla, balas y granadas. En una pequeña trinchera se encontraban dos soldaditos, valientes y duros. Atacaban y injuriaban con tesón y firmeza a los humanos enemigos. Su situación se mostró insostenible; tras un ataque enemigo se resguardaron en la trinchera. Sus respiraciones estaban aceleradas, la suciedad cubría sus caras y la tristeza de sentir el aliento de la Muerte en la nuca.
-Que poco nos queda -dijo con tono pesimista Pau.
-Sí -contestó tristemente Jordi.- ¿Recuerdas esos días por las calles de Valencia? ¿Nuestros besos, caricias y desos imposibles? Que grande era todo entonces, cuando el cielo era azul y el sol nos bronceaba en la Malvarosa; cuando nos sentábamos en un banco a comer pipas bajo el sol mediterráneo...
-Como no voy a recordar lo más feliz de mi vida...
El momento unió a los dos amantes en un beso sincero, duró apenas segundos pero entre las balas, la lluvia y el fuego pareció toda una eternidad.
No quiero que mueras -afirmó Pau.- Correré hacia los soldados y tu podrás huir mientras los distraigo.
-No podría vivir así.
-Debes hacerlo por mí, nos reuniremos en el cielo.
-Maldito inocente, ¿crees que Dios nos dejará entrar en el cielo? -ironizó Jordi.
-No te preocupes, haremos del infierno nuestro cielo.
Acto seguido Pau saltó de la trinchera y corrió hacia el bando enemigo, sin temor y convencido de lo que hacía. Las balas no tardaron en abrir las primeras brechas en su piel, hasta que tras 9 agujeros en su cuerpo, cayó. Mientras moría dibujó una sonrisa en su cara y dijo, te quiero, corre, haremos del infierno nuestro cielo. Tras pocos segundos murió. Metros atrás, en la trinchera, yacía el cuerpo de Jordi, muerto, muerto desde antes de que muriera Pau.
També en català
Los mantenidos
Hace 4 días
molt bon relat, emotiu, intens, ple de sensibilitat i d'amor
ResponderEliminaret felicito
fins ben aviat
joan
Hola :)
ResponderEliminarSoy nueva por tu blog y no sé si puedo hablar en castellano, como veo lo de que se puede leer en catalán y eso...
He leído tu última entrada. Me encanta, me recuerda a un libro que estoy leyendo en clase. Se llama Grito por ver la luz. ¿La entrada es tuya?
La verdad es que a mí también me encantaría ser periodista y escritora, pero viendo el nivel que tiene la gente me deprimo...
I know, I'm stupid, pero no encuentro el botón para seguirte. Debe de ser Internet, ¡lo encontraré! :)
¡Hasta entonces! Un beso ;]