31 agosto 2010

Verano de un desafortunado

Era un nuevo día de verano, se podía apreciar la alegría presente en el ambiente. Los vivarachos animales correteaban por los prados, los niños que se divierten aprovechando hasta el último grano de arena de el reloj de la vida, las familias que parten hacía algún lugar con el objetivo de disfrutar de las vacaciones en unidad familiar. Sin embargo en  mí eso no era posible. Mi verano era simplemente esperar, esperar no enfermar en la suciedad y la pobreza de mi lúgubre hogar, esperar levantarme y no ver a mi madre llorar, esperar a que mi padre no llegue bebido y me pegue, esperar a que mi hermana llegue sana a casa y me consuele, esperar que termine el día, dormir y no volver a despertat, esperar, esperar y esperar.

Esto es un relato inventado por mí pero no deja de ser una realidad de nuestro tiempo. No es nada extraño ver familias sumidas en la miseria y sufriendo de una forma desgarradora, incluso pensando en el suicidio. Espero que reflexioneis porque nosotros nos quejamos pero hay gente que ni siquiera tiene el privilegio del que nosotros gozamos, la salud y la felicidad. Aprovechemos lo que tenemos y dejemosnos de tonterias. Espero que os sirva de reflexión. Comentad vuestras impresiones.

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