Encima de la cama yace tumbada mientras muere, llora, sufre, se tortura, reza al dios en el que nunca ha creído. Está quieta, piensa pero no habla, baila, sin moverse, sobre los pedazos del fracaso de su vida precaria. Levanta con esfuerzo los párpados, mira las hélices del ventilador, giran, raudas y infinitas, dibujando una circunferencia que nunca ha existido. Quiere pensar pero no puede, el alcohol corre por sus venas junto a las drogas. Procedente de los fondos del sitio en el que está llegan notas de una canción desesperada, las notas cortan su débil tez, le susurran al oído pero ella no las oye. Mueve los labios secos, finos, blancos como la muerte, fríos como el ártico, desoladores, se mueven al ritmo de una música que no existe intentando descubrir una fórmula mágica que se la lleve, al cielo o a la tierra, pero que la saque del infierno que ha creado en su vida. Y mira hasta donde el mugroso techo le permite. Sus ojos son azules, vacíos, empapados de sangre que llora al no quedarle más lágrimas. En sus brazos se suceden numerosos agujeros de cuchillazos, profundos, sangrantes, desprenden olor a putrefacción, bonitos.
Cada herida cuenta una historia, siete heridas, siete historias, historias que al mismo ritmo que ella muere irán publicándose en las tristes páginas de este blog.
Los mantenidos
Hace 4 días
Estimado Sergio, con gran satisfacción he leído
ResponderEliminartu comentario, me ha animado mucho porque cuando
escribes algo aunque estés en lo cierto, es muy importante que te lo reconozcan, muchas gracias.
Ya soy seguidor tuyo y amigo, te envío enlace a mi blog. Por el correo electonico responderé a
la critica que te haces" 'Ánimo!
Un abrazo Ángel.
http://elblogdeunpoeta.blogspot.com/
Oh dios mío, totalmente sobrecogedor... la expresividad que portan tus palabras hacen que me extremezca con cada punzada de dolor de la pobre muchacha.
ResponderEliminarSublime, te sigo.
Y gracias por comentar, siempre es grato recibir tan amables palabras. ^^