23 junio 2012

Luna


Que noche tan sincera
que despierta en mi cabeza,
sentimientos nunca olvidados
en el fondo de mi calavera.

Verte siempre ofende,
mas nunca duele,
pues la Luna ofende por lejanía
pero por belleza, nunca, nunca dolería.

Solo mis dedos saben expresar
lo que se esconde en mis sensaciones,
pues ellos beben de mi mente,
donde jamás olvidaré cada uno de tus rincones.

Nunca sabrá la Luna
que un terrícola clama por ella,
pues ella es digna del universo y
el hombrecillo muere y vive en tierra.

No olvidaré como es la Luna,
pues cuando algo es tan hermoso
que  tan solo se ve una vez en la vida,
merece guárdalo  en el recuerdo.

Siempre podré ser astronauta en
sueños,
mejor que ser minero real y no poder
ver esos ojos de la Luna tan perfectos.